viernes, 12 de noviembre de 2010

"La señora Chopín, Chopán, Chopún(bocadillo de atún)"

Hoooolaaaaaaaaa.................
¿Por qué aqui no se mete nadie? Como si este blog no existiera, porque, claro... como la señorita Cristina no escribe ninguna entrada esto esta mas viejo que mi abuelo. Bueno, voy a publicaros la historia de miedo más terrorífica que le haya pasado a nadie... Porque como no escribí nada sobre Halloween este año, lo haré ahora y os pondré una historia que se me ocurrió:

      Un tranquilo día de otoño unas chicas estaban preparando el festival de su colegio, todos charlaban alegremente hasta que entro la profesora de música: era una mujer madura, con el pelo rubio descolorido, llevaba mucho maquillaje mal pintado por la cara y una chaqueta roja con unos pantalones anchos y de flores. La profesora entró dando grandes pasos y con una sonrisa enseñando los dientes. Se situó delante de todos y chilló con una voz aguda y muy rápidamente:

     -Buenas tardes. Como muchos de vosotros ya me conocéis no me voy a presentar.
     La profesora se agachó y observó con sus ojos saltones a cada uno de los alumnos de la clase y volvió a gritar:
    -¡Me llamo Dolores, pero me podéis llamar Lola!
    Toda la clase se quedó callada, pero algunos se atrevieron a reírse. El resto de la hora continuó con normalidad, hasta que la profesora preguntó:
    -¿Sabéis sobre quién es el festival de este año?
    Elena, que sabía mucho sobre música, fue la primera en contestar y gritó bien fuerte:
    -¡¡¡CHOPIN!!!- Puso un especial énfasis en la “i”
   De repente la profesora emitió un largo chillido descendente, comenzó a moverse de una manera extraña, se le pusieron los ojos en blanco y cayó al suelo. Comenzaba a salirle espuma por la boca y parecía que sufría espasmos. Elena y el resto de sus amigas retrocedieron, aterrorizadas. Al final una ambulancia se llevó a la profesora al hospital.
   Cuando concluyeron las clases, Elena se fue a su casa, hacía mal tiempo y parecía que iba a llover; así que Elena apuró el paso. Mientras caminaba oía un extraño ruido, algo así como: “cho, cho, pen, pen…”; pero cuando Elena se giraba el ruido cesaba inexplicablemente.
    Por fin Elena llegó a su casa, estaba profundamente aterrada y además sus padres no estaban en casa. Elena cerró la puerta con pestillo y fue al baño. Todo parecía normal hasta que Elena se miró al espejo. Había algo escrito, parecía escrito con pintalabios rojo. Elena lo leyó en voz baja:
    -¿Chopin?
   En ese mismo instante Elena se fijo que en el espejo aparecía alguien detrás suya. Elena, temblando, se dio la vuelta lentamente. Y allí estaba: la profesora de música. Estaba pálida, con los ojos en blanco y la ropa sucia y desgastada. En la mano tenía un pintalabios. Esbozó una sonrisa malévola y gritó:
   -Se dice Chopen, ¿me oyes? ¡¡Chopen, inculta!!-cogió una flauta del bolsillo de su chaqueta. Agarró a Elena del brazo y le metió la flauta hasta el fondo del oído. Elena intentó apartarse pero las afiladas uñas color rosa fosforito que le apretaban el brazo se lo impedían y se le clavaban en la piel. Un do alto resonó por la casa de Elena. A partir de ese día, Elena se quedó sorda y lo único que decía era: “Chopen, con “e”; Chopen, con “e”…” y lo máximo que se sabe de la profesora de música es que no volvió a presentarse por el colegio.